Bernie Sanders sobre Irak
Irak y Estados Unidos han tenido una relación complicada durante más de un cuarto de siglo. Existen tres puntos importantes que resaltan en el historial de Bernie con respecto a política exterior y seguridad nacional en lo que concierne a Irak.
Guerra del Golfo y Tormenta del Desierto: Bernie contra la resolución conjunta para autorizar el uso de fuerza contra Irak en 1991, haciendo un llamado para sanciones económicas y otros medios diplomáticos para enfrentar el conflicto.
Guerra de Irak y la Operación Libertad Iraquí: Bernie votó en contra de la resolución conjunta para autorizar el uso de la fuerza contra Irak en 2002, y votó contra la invasión de Irak en 2003.
Proyectos Presupuestarios de la Guerra de Irak para Ayudar a Veteranos y Vermontianos: Bernie apoyó cuatro propuestas presupuestarias de guerra en 2006, 2007, 2008, y 2011; él votó en contra de seis otras.
¿Por qué hemos estado metidos en Irak por más de cuarto de siglo?
Buena pregunta — una breve historia puede explicar mucho de ello.
Saddam Hussein fue electo presidente de Irak en 1979, después de forzar la salida de Hassan al-Bar, y Hussein se convirtió en un fuerte aliado de Estados Unidos por más de una década Sin embargo, cuando Irak invadió y anexó el territorio de Kuwait en agosto de 1990, esa alianza se disolvió, y Hussein fue rápidamente acusado por Estados Unidos. Casi todas las naciones prominentes en la comunidad internacional, incluyendo los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenaron la invasión.
Casi inmediatamente, Estados Unidos se unió a la coalición de 15 países combatientes — ayudados por 24 naciones no-combatientes — para liberar a Kuwait y defender a Arabia Saudita, la cual hace frontera con ambos Irak y Kuwait. Este conflicto, ahora conocido como la Guerra del Golfo, concluyó en febrero de 1991.
Después de varios años de sanciones económicas, en octubre de 1998, Estados Unidos creó una meta oficial para remover del poder al régimen de Hussein, promulgando la Ley de Liberación de Irak. En marzo de 2003, bajo el presidente George W. Bush, Estados Unidos lanzó una invasión hacia la provincia de Basra en Irak. De acuerdo a Bush, la misión de la coalición era “desmantelar las armas de destrucción masiva en Irak, acabar con el apoyo de Saddam Hussein al terrorismo, y liberar al pueblo iraquí”, aunque después fue revelado que no existían armas de destrucción masiva, y que los supuestos lazos entre Irak y Al-Qaeda fueron fabricados. Esta guerra duró nueve años, y en diciembre de 2011, bajo el presidente Barack Obama, la gran mayoría de las tropas estadounidense fueron extraídas, dejando atrás sólo unos pocos para entrenar a las fuerzas de seguridad iraquí con la finalidad de que defiendan a su propio país.
Guerra del Golfo y Tormenta del Desierto
En agosto de 1990 el presidente George H.W. Bush (el primer presidente Bush) envió más de 500,000 tropas al Golfo Pérsico en respuesta a la invasión y anexión de Kuwait por parte de Irak. En enero de 1991, él pidió una resolución congresional conjunta para autorizar retroactivamente el despliegue de tropas. Bernie, en aquel entonces congresista, votó en contra de esta autorización, junto con 179 demócratas y tres republicanos. (Bernie era el único independiente en la Cámara de Representantes en esa época.)
¿Qué alternativas propuso Bernie?
El 17 de enero de 1991, Bernie se dirigió a la Cámara, e hizo un llamado por sanciones económicas contra Irak en vez utilizar la intervención militar en el Golfo Pérsico. Bernie también estaba preocupado de que Estados Unidos se viera envuelto en un sangriento conflicto en el Medio Oriente, una región ya hecha trizas por siglos de guerra y faccionalismo. Aún entonces, Bernie temía cómo el gasto en una guerra en el Golfo contribuiría a la deuda estadounidense — entonces de $3 billones — y se convirtiera en un detractor de nuestra capacidad para encarar cuestiones domésticas como atención médica, educación y empleos.
Principalmente, Bernie dijo, “En mi sincera opinión, una guerra en el Golfo Pérsico ahora — una guerra completamente innecesaria — sería una grave error que este país podría lamentar por décadas”. Mira su declaración aquí:
Después en el pleno de la Cámara, Bernie expandió sobre sus preocupaciones sobre la Guerra en el Golfo:
“A pesar del hecho de que ahora estamos alineados con varias dictaduras del Medio Oriente, como Siria, una dictadura terrorista, Arabia Saudita, una dictadura feudalista, y Egipto, un país con un solo partido y que está recibiendo siete mil millones de dólares en perdón de deuda por unirse a esta guerra con nosotros, yo opino que a la larga, las acciones desplegadas anoche marcharán fuertemente en contra de nuestros intereses en el Medio Oriente. Claramente Estados Unidos y sus aliados ganarán esta guerra, pero la muerte y destrucción causadas, en mi opinión, no serán olvidadas por el Tercer Mundo en general, y por los pobres en el Medio Oriente en particular. Yo temo muchísimo que nuestra declaración de ayer es que la guerra — y el enorme poder destructivo de nuestra fuerza armada — es nuestro método preferido para negociar con las terribles y complicadas crisis del Medio Oriente. Temo que algún día lamentaremos esa decisión, y que en realidad estamos cimentando el camino para más y más guerras en los años venideros.”
¿Cuáles fueron los temores que Bernie expresó sobre cómo afectaría esa intervención en Irak nuestro estatus en el Medio Oriente?
En otro discurso ante el Congreso durante esos mismos debates de enero de 1991, Bernie dijo:
“Despite the fact that we are now aligned with such Middle Eastern dictatorships such as Syria, a terrorist dictatorship, Saudi Arabia and Kuwait, feudalistic dictatorships, and Egypt, a one-party state that receives seven billion dollars in debt forgiveness to wage this war with us, I believe that in the long run, the action unleashed last night will go strongly against our interests in the Middle East. Clearly the United States and allies will win this war, but the death and destruction caused, will not, in my opinion, soon be forgotten by the Third World in general, and the poor people of the Middle East in particular. I fear very much that what we said yesterday is that war—and the enormous destructive power of our armed forces—is our preferred manner for dealing with the very complicated and terrible crises in the middle east. I fear that someday we will regret that decision, and that we are in fact laying the groundwork for more and more wars for years to come.”
¿Qué dudas expresó Bernie con respecto a la cantidad de gasto militar en los conflictos foráneos?
Bernie opinó fuertemente que gastar una inmensa fortuna en el extranjero afectaría negativamente a millones de estadounidenses necesitados, y pidió al Congreso que trabajasen con las Naciones Unidas para negociar una retirada para prevenir más derramamiento de sangre. De nuevo en un discurso ante el Congreso Bernie declaró:
“Mientras que no existe duda en mi mente que el gobierno estadounidense y sus aliados ganarán esta guerra, no estoy completamente seguro que la gente de este país — especialmente la gente de la clase trabajadora, la gente pobre, y la gente mayor ganarán. Los dos millones de personas que carecen de hogar y duermen en las banquetas y bajo los puentes no van a ganar esta guerra. No tendremos dinero disponible para darles vivienda. Las decenas de millones de estadounidenses que no pueden pagar sus gastos médicos no ganarán esta guerra. No tendremos dinero para cubrir sus necesidades. Las familias granjeras en Vermont — que hoy están perdiendo sus tierras — ellos no van a ganar esta guerra, ni tampoco los niños o los ancianos, quienes con toda probabilidad verán recortes en sus cheques de seguro social o de medicare para poder financiarla. Nos incumbe a nosotros hacer todo lo que podamos — ahora que la guerra ha iniciado — para prevenir el derramamiento innecesario de sangre y apoyar a nuestras tropas en la forma más básica. Regresándolos a casa sanos y salvos. Y invito a mis colegas para pedirle al presidente que detenga los bombardeos inmediatamente, y peticionar al secretario general de las Naciones Unidas para que vaya a Irak y comience de inmediato negociaciones para la retirada de Iraq del suelo Kuwaití, y el cese de la guerra. Hagamos todos lo que esté en nuestro poder para prevenir más derramamiento de sangre.”
Guerra de Irak y Operación Libertad Iraquí
En 2002, como parte de las preparaciones para la invasión de 2003, la resolución para autorizar el uso de la fuerza militar contra Irak fue aprobada con un voto de 297-133 en la Cámara y 77 a 23 en el Senado. Bernie votó en su contra, y continuó hablando en su contra durante todo el conflicto.
¿Qué opina Bernie del plan, ejecución, y entendimiento de la Administración Bush en la guerra de Irak?
En un discurso ante el pleno del Senado en febrero de 2007, Bernie dijo:
“En mi opinión, la guerra del presidente Bush en Irak ha sido un desastre. Es una guerra a la que fuimos enviados con engaños, y una guerra que muchos de nosotros creemos que nunca debió iniciarse en primer lugar. Esta es una guerra que la administración no estaba preparada para pelear. La administración ha mostrado un muy pequeño entendimiento del enemigo, o del contexto histórico o el contexto cultural en el que ahora nos encontramos. ¿Quién olvidará al presidente Bush declarando ‘Misión Cumplida’ a bordo del portaaviones Abraham Lincoln, cuando de hecho, la misión a penas comenzaba? ¿Quién olvidará al vicepresidente Cheney diciéndonos que la insurgencia estaba en sus últimas agonías, justo antes de la llegad de unos de los meses más sangrientos? ¿Quién podrá olvidar a esos consejeros de Bush que predecían que la guerra sería un paseo por el parque?”
¿Cuáles han sido algunos de los costos de esta guerra, en la opinión de Bernie?
También en un discurso de febrero de 2007 ante el Senado, Bernie dijo:
“Esta guerra en Irak ha venido a un gran, gran costo en muchas formas. Esta es una guerra que nos ha costado muchísimo en sangre estadounidense. Al día de hoy, hemos perdido cerca de 3,100 valientes soldados estadounidenses, 23,000 más han sido heridos, y decenas de miles más regresarán a casa con desorden de estrés postraumático. Esta es una guerra que, con el incremento propuesto por el presidente, nos costará unos $500 mil millones, y con el costo subiendo $8 mil millones cada mes. Este costo va a incrementar a nuestra ya enorme deuda nacional, la cual le estamos heredando a nuestro hijos y nietos. Y hará más difícil que podamos financiar la atención médica, la educación, la protección ambiental, la vivienda asequible, el cuidado de los niños, y las imperiosas necesidades de la clase media y de las familias trabajadoras de nuestro país, sin mencionar las necesidades de nuestros veteranos, cuyos números están rápidamente incrementando como resultado de esta guerra.”
¿Apoyó Bernie la invasión de Irak como muchos otros integrantes del Congreso?
No. En 2002, como Representante de la Cámara, Bernie habló extensivamente sobre los peligros de llamar a la guerra en contra de Irak, y advirtió sobre el impacto desestabilizador que una guerra podría causar y cómo podría llevar a una contra-insurgencia:
«No he escuchado estimaciones de cuántos hombres y mujeres jóvenes estadounidenses podrían morir en esta guerra o cuántos miles de mujeres y niños en Irak también podrían ser matados. Como una nación compasiva, debemos hacer todo lo que podamos para prevenir el horrible sufrimiento que causará una guerra. La guerra debe ser el último recurso en las relaciones internacionales … ¿[Y] quién gobernará Irak cuando Saddam Hussein sea derrocado, y qué rol tendrá Estados Unidos en una subsecuente guerra civil que podría desarrollarse en ese país? ¿Los gobiernos moderados de la región con grandes poblaciones islámicas fundamentalistas serán también removidos y reemplazados por extremistas? ¿Se exacerbará el conflicto entre Israel y la Autoridad Palestina?”
Desafortunadamente, los temores de Bernie de repetir la incursión en Irak incitaría a contra-insurgencia y fundamentalismo en el Medio Oriente se han convertido en realidad. Primero con al-Qaeda en Iraq (AQI) y ahora con el alzamiento y la expansión de ISIS. (Lee más sobre la posición de Bernie sobre ISIS aquí.)
¿Qué ha dicho Bernie ahora que han pasado algunos años de la conclusión de la guerra?
Bernie ha sido claro en que él opina que claramente predijo muchos de los impactos perjudiciales que la guerra tendría. De hecho, en la conferencia de prensa en la que anunció su candidatura presidencial en abril de 2015, él apuntó a su historial respecto a Irak:
“Yo voté contra la guerra — y no sólo voté contra ella, yo lideré el esfuerzo. Muchas de las cosas que dije en aquel entonces resultaron realidad — la desestabilización masiva de la región.”
¿Cuál es el historial completo de votos de Bernie en estas guerras?
- Votó NO en la resolución para autorizar el uso de la fuerza contra Irak. (Enero 1991)
- Votó NO en la resolución para autorizar el uso de la fuerza contra Irak. (Octubre 2002)
- Votó NO en declarar a Irak parte de la Guerra contra el Terror sin fecha de salida. (Junio 2006)
- Votó SÍ en re-desplegar tropas estadounidenses fuera de Irak para marzo de 2008. (Marzo 2007)
- Votó NO en designar a la Guardia Revolucionaria de Irán como terroristas. (Septiembre 2007)
- Votó SÍ en re-desplegar tropas estadounidenses no-esenciales fuera de Irak en 9 meses. (Diciembre 2007)
Proyectos de Presupuestarios de la Guerra de Irak para Ayudar a Veteranos y Vermontianos
Entre 2003 y 2011, el Congreso de Estados Unidos intentó promulgar diez diferentes proyectos de ley para financiar la Guerra de Irak, uno cada año. Bernie votó contra seis y votó a favor de cuatro.
- 2006: Ley de Apropiaciones Suplementarias de Emergencia para Defensa, Guerra Global Contra el Terror, y Recuperación de Huracanes
- 2007: Ley de Apropiaciones para el Departamento de Defensa
- 2008: Ley de Apropiaciones Suplementarias
- 2011: Ley de Autorización de Defensa Nacional para el Año Fiscal
¿Por qué votó Bernie a favor de estos cuatro proyectos?
Primero, ayudaría a explicar por qué votó contra los otros seis. La administración Bush, respaldada por el Congreso controlado por el partido republicano, formó el hábito de financiar la ocupación de Irak en una base de emergencia para poder minimizar el escrutinio congresional, esquivar límites legales del tope de la deuda, del gobierno federal, y subestimar el costo de la guerra.
La primera vez que Bernie votó por uno de los proyectos de gasto en pos de la Guerra de Irak fue en 2006, cuando el proyecto incluía financiamiento para los esfuerzos de alivio al Huracán Katrina. La segunda vez, en 2007, él lo hizo porque él logró insertar una enmienda dentro del proyecto que la daba una subvención de $1 millón al Departamento de Asuntos de Veteranos en Vermont para ayudar a veteranos retornantes a lidiar con sus necesidades de atención médica y mental al llegar a casa. La tercera vez fue cuando la legislación de 2008 incorporó una expansión masiva a las prestaciones del G.I. Bill que Bernie co-patrocinó — y la que la administración Bush se opuso — que garantizó becas completas a veteranos, incluyendo a integrantes activados de la Guardia Nacional y a reservistas, con tres años de servicio registrados en una universidad pública estatal, y expandió las prestaciones para estudiantes en universidades privadas y para escuelas de posgrado. Finalmente, en 2011, él votó por otro proyecto de gasto, con el entendimiento que financiaría la conclusión de la guerra en Iraq mientras el presidente Obama extraía tropas estadounidenses del país.
Entonces, ¿dónde estamos ahora? ¿Y cuál es la posición de Bernie sobre la actual situación en Irak y la región del Medio Oriente?
Para poder entender mejor las relaciones estadounidenses en el Medio Oriente y cómo los diversos compromisos y ocupaciones estadounidenses han afectado a la región, es importante que leas sobre el surgimiento de ISIS, y dónde se encuentra Bernie con respecto a esa organización terrorista. Pásale a la página de la cuestión de ISIS para una exploración profunda.